Sensación de inseguridad

Después de la oleada de robos en viviendas este verano, la pelea multitudinaria en la feria, los robos con violencia de estos días y las permanentes quejas de acosos, intimidaciones y hurtos en las calles de Sant Feliu, los ánimos están muy caldeados.

El lunes 22 se celebró una reunión para hablar de la seguridad en Sant Feliu y nos enseñaron unos datos que como siempre se pueden leer según interese. Es cierto que Sant Feliu tiene una de las tasas más bajas de delitos en Barcelona, pero también es cierto que los delitos están aumentando. Negar el problema no soluciona nada y cabrea a la gente que está sufriendo delitos, como por ejemplo a los 127 cuyos domicilios fueron asaltados, a los 337 que han sufrido hurtos o a los 56 que han sufrido robos con violencia o intimidación. Como suele pasar cuando la gente se queja de inseguridad los responsables políticos siempre echan balones fuera diciendo que es sólo una sensación o percepciones.

Se me ha acusado desde el principal partido de gobierno que utilizo la seguridad como confrontación en un artículo que han titulado «Hablar de seguridad con seguridad» pero pero yo prefiero hablar de seguridad con conocimiento. He sido yo la que ha puesto el dedo en la llaga recordando públicamente que tras 8 años de gobierno han dejado nuestra Policía Local sin capacidad para afrontar un aumento de la delincuencia. Como dije en otro artículo la plantilla de nuestra policía está en unas cifras alarmantes que imposibilita montar dispositivos extraordinarios. Mientras no hemos tenido problemas graves se ha ido capeando la situación pero era sobradamente conocido que en el momento que Sant Feliu tuviera problemas serios no seríamos capaces de hacerles frente. Finalmente se nos ha comunicado que para 2019 aumentará la plantilla con 5 agentes más, es insuficiente pero es un inicio. La seguridad de los ciudadanos de Sant Feliu debe ser una prioridad y seguiremos criticando todas las situaciones que pongan en riesgo la paz social.

El gobierno ha sido irresponsable al callar y esperar que pasara el temporal, pensando que eran casos aislados, que la población no alzaría la voz y que pasaría al olvido, pero los problemas no han desaparecido y no han sabido estar a la altura. Sólo hemos recibido comunicados para desmentir rumores, nunca para dar información veraz y contrastada. Un Gobierno nunca puede no hacer nada frente a un problema, porque da la sensación que no sabe solucionarlo o peor, que no le importa. 

El centro de menores no acompañados es un foco de queja vecinal, algunas veces con motivos más ciertos que otros. Pero considero que tras estos meses podemos afirmar que la ubicación en el centro de una ciudad pequeña como Sant Feliu no es adecuada. Sabemos que no todos los menores que están alojados ahí son problemáticos ni delincuentes. La mayoría cumplen con su horario, las normas, van al colegio y están integrándose. Pero negar que hay algunos otros que sí que son conflictivos es faltar a la verdad. Obviamente que no todos los delincuentes (o presuntos delincuentes) de origen magrebí que campan por nuestras calles son residentes de dicho centro pero por lo que parece ha habido un efecto llamada y actualmente hay muchísimos menores por la zona que generan inseguridad con sus acciones y actitud.

Ayer por la mañana se detuvieron a dos jóvenes que según las primeras informaciones parecen ser los responsables de los robos con violencia sucedidos las últimas 48 horas, por lo que desde aquí mi felicitación a los policías que han hecho posible estas detenciones. En este caso sí que nos han informado que los detenidos no son residentes del centro, pero el comunicado que ha publicado el Ayuntamiento no es cierto donde dice que no se ha detectado ningún incidente con los menores del centro ya que se reconoció que en la pelea multitudinaria sí que hubo participación de alguno de estos jóvenes. Estas cosas son las que no ayudan en absoluto a calmar los ánimos. Esperemos que la política de comunicación del Ayuntamiento rectifique y se dedique a informar de manera veraz y objetiva.

Elisabet Ortega