Ya ha pasado un año desde las elecciones municipales y en Sant Feliu poco ha cambiado con el nuevo equipo de gobierno. Empezamos el mandato con una subida de sueldos, el actual equipo de gobierno nos cuesta 1.875 € más cada mes que el anterior.
En noviembre el Gobierno del Estado decidió bajar un 15% el valor catastral de los inmuebles de Sant Feliu y el nuevo equipo de gobierno ICV+PSC hizo exactamente lo mismo que el anterior, subir el tipo impositivo para no recaudar ni un euro menos por este impuesto. Aún estamos a la espera de la resolución de los recursos presentados en los tribunales para saber si nos devolverán lo cobrado de más en 2014.
Los presupuestos fueron aprobados gracias a la abstención del grupo municipal Junts per Sant Feliu y por el voto de calidad del alcalde, algo que nunca había pasado en nuestra ciudad. Son unos presupuestos continuistas, con un aumento de 2 millones de euros en los gastos y con un informe de la intervención que pone en duda que se pueda llegar a recaudar tanto como cree el equipo de gobierno.
La gestión del conflicto con los afectados del cementerio no ha cambiado ni una coma, seguimos esperando una rectificación del ayuntamiento y reconozca que no han hecho bien las cosas sin tener que llegar a los tribunales, cosa que vemos bastante improbable. Los conflictos con los vecinos de la Plaza Francesc Macià siguen igual que hace 30 años.
En enero se aprobó la moción que presentamos para solicitar que Sant Feliu sea una ciudad por la cardioprotección y no se ha hecho nada aún, ni siquiera se ha convocado el Consell de Salut.
Pero eso sí, han presentado un Plan de Actuación del Mandato, un documento extenso con muchas horas de dedicación y trabajo que no deja de ser una carta a los reyes con todo de buenas intenciones para nuestra ciudad. Este documento lo trajeron a la votación del pleno, cosa que tampoco es necesaria. Mi reflexión al respecto es que los ciudadanos ya votaron unos programas electorales, eso es lo que debe recoger el Plan de Actuación del Mandato, ni más ni menos. Y mientras hemos estado un mes debatiendo sobre el PAM seguimos sin Reglamento de Participación, sin Plan de vivienda…
En definitiva, mucho ruido y pocas nueces.
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