En menos de un mes Sant Feliu tiene la oportunidad de cambiar de gobierno. Durante estos últimos cuatro años hemos pasado por una de las peores crisis que hemos vivido y hemos visto a muchos perder su trabajo y a muchos otros les han bajado el sueldo. Mientras los vecinos tenían que ajustarse el cinturón y reducir gastos en sus hogares, el Ayuntamiento, que es la casa de todos, ha ido aumentando su gasto cada año. Las políticas sociales han sido uno de los grandes pilares de esta última legislatura, pero más social es reducir la carga fiscal de los vecinos y no aumentar impuestos y crear tasas.
El desempleo sigue siendo la principal preocupación y hay que tener claro que los que crean empleo son las empresas, no la administración. Tampoco queremos que los planes de ocupación sean una ETT del Ayuntamiento, por lo que proponemos que el empleo que se ofrece en dichos planes sea en empresas de Sant Feliu para que sirvan como experiencia en el mercado laboral. Tenemos que convertir a Sant Feliu en una ciudad atractiva para las empresas, nuestro emplazamiento geográfico es estratégico gracias a la cercanía con el puerto, el aeropuerto y las conexiones con las autopistas. El Ayuntamiento tiene que tender una alfombra roja a los inversores y no poner trabas a quien quiere abrir un negocio.
Otra gran preocupación es el mal estado de las calles. En Sant Feliu ha habido una dejadez en el mantenimiento de la vía pública durante los últimos 4 años habiéndose concentrado las obras en estos últimos meses. Es difícil entender las prisas por iniciar las obras de Plaza Catalunya, que no eran urgentes, en abril junto a dos colegios obligando a tener que cerrar las ventanas y pasar calor justo en las fechas de exámenes finales.
Entre todos podemos lograr el cambio que hará de Sant Feliu una ciudad de primera.
Una oportunidad de cambio
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