Ayer se celebró el pleno ordinario más corto desde que soy concejal, sólo duró 1 hora cuando lo normal son 4. La excepcionalidad no debería ser tal porque aunque parezca que no se trataron temas importantes para la ciudad fue bastante al contrario.
Se aprobó la subida de sueldo de los funcionarios. Se aprobó la concesión del Mocador d’Honor al señor Joan González, se aprobaron subvenciones de entidades tan imporantes en Sant Feliu como la del Handbol Sant Llorenç o el Cercle de Belles Arts. Se aprobaron temas administrativos como el límite municipal con Sant Vicenç dels Horts y se rindió cuenta del informe de evaluación del cumplimiento de objetivos de la Ley Orgánica 2/2012 de la ejecución del Presupuesto correspondiente al segundo trimestre de 2017.
Son temas poco lucidos para hacer grandes discursos políticos, pero este al final es el trabajo de la verdadera política municipal. Algunos concejales querían paralizar toda la actividad sin tener en cuenta que muchas personas dependen del funcionamiento ordinario de un ayuntamiento. ¿Habría sido justo que Joan González no hubiese tenido su pleno de otorgamiento del Mocador d’Honor? ¿Habría sido justo que los funcionarios no pudieran ver sus nóminas actualizadas? No, no habría sido justo.
El acuerdo de no llevar mociones políticas que superen el ámbito local debería ser aplicado todos los meses, para poder debatir ideas que poca influencia tienen luego en el funcionamiento de la ciudad deberían dejarse para debates radiofónicos y televisivos. En el pleno municipal más trabajo y menos postureo.
Elisabet Ortega
PP Sant Feliu de Llobregat 
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