Ayer celebramos el pleno de julio y el primero ordinario de la legislatura. El punto quizá más importante que se presentaba a votación era el cierre de cuentas del ejercicio 2014. Nosotros votamos en contra como era previsible, como ya anunciamos en febrero cuando se presentaron las cuentas.
Nuestro voto negativo es muy fácil de explicar, las cuentas no están claras. En febrero la interventora municipal así lo indicó en su informe negativo, ya que no estaba conforme la manera de contabilizar el remanente de tesorería que ha utilizado el Ayuntamiento. Esta diferencia contable hace que bailen más de 2 millones de euros de las arcas públicas.
Desde febrero a julio no ha cambiado nada, y ni siquiera la interventora ha podido volver a dar su opinión porque se ha marchado de Sant Feliu. Sigue leyendo