Ayer el pleno aprobó el Plan del Parque Agrario con nuestro voto en contra, aquí os dejo mi intervención:
Normalmente soy breve explicando mi sentido del voto e intento ser concisa y clara lo máximo posible. Hoy no seré breve, pero intentaré que quede muy claro el motivo de mi voto.
En febrero presentaron este plan y yo voté en contra. Anuncié entonces que presentaría alegación al mismo. Después de varias reuniones con las personas que consideré conveniente reunirme presenté una alegación, breve y clara, fiel a mi manera de hacer.
Esta alegación la presenté el 16 de abril por registro, fue la primera en presentarse, las siguientes entraron en el mes de mayo. Parece una pequeñez pero para mi tiene su importancia ya que desde el momento que la presenté he coincidido con algún miembro del equipo de gobierno en diferentes formatos, comisiones, juntas de portavoces de abril, mayo y junio. En debates en la radio, en la TV, en la mesa social de vivienda, en el consejo asesor de urbanismo y podría seguir enumerando hasta llegar a 28 ocasiones, y sí las he contado una a una. En cualquiera de estas 28 ocasiones podrían haberme comentado algo sobre la alegación. Habría sido facilísimo.
Pero no fue así. Y legó el 12 de junio, y por casualidad me enteré que el Ayuntamiento había convocado una reunión para hablar de cómo habían avanzado con el plan. ¿Os podéis imaginar mi cara cuando un ciudadano informa a la portavoz de un grupo municipal con representación en el pleno de lo que está haciendo el Ayuntamiento? Pues cuando me quejé de no haber sido informada debidamente de esta reunión recibí por fin la primera llamada que me ofrecía una explicación antes del acto abierto, pero los horarios de mi trabajo en el sector privado no me permiten acudir a las reuniones improvisadas a cualquier hora.
Tampoco os penséis que el 13 recibí alguna llamada para explicarme cómo había ido la reunión por parte del gobierno. Y así me quedé hasta que me llegó la convocatoria de la comisión de territorio cuando pude acceder a los documentos colgados en la intranet. Al fin pude ver qué habían hecho con mi alegación, y vi que la habían desestimado.
El 20 de junio, el día de la Comisión de Territorio, fue la primera vez que se me ofreció una reunión para hablar del tema, pero a esas alturas con la alegación desestimada ya ¿para qué? Manel Leiva me aseguró que se había estimado en parte, pero eso no es lo que pone el informe técnico firmado el 11 de junio no diré el nombre del técnico aquí porque creo que no es relevante. También sale desestimada en la propuesta de acuerdo firmada por Lídia Muñoz, el 21 de junio y lo mismo dice en el dictamen de la comisión firmado igualmente por Lídia Muñoz el 22 de junio.
La enmienda era clara y simple, se presentó pensando en los agricultores que no son propietarios de las tierras que cultivan para que no tengan que abandonarlas. Lo que yo presenté fue:
«Añadir en el punto 4.3 sobre ORDENACIÓN DEL ESPACIO AGRARIO una mención expresa al derecho que tienen los actuales parcelarios en organizarse bajo asociaciones de agricultores no profesionales para seguir cultivando las tierras del Parque Agrario. Se redactará un Reglamento para los huertos lúdico-sociales de ámbito privado similar al existente de los huertos públicos situados en la calle El Pla en colaboración con las asociaciones que se creen a dicho efecto.»
La respuesta que he obtenido mediante los escritos anteriormente mencionados ha sido que los huertos lúdicos únicamente pueden ser por iniciativa del Ayuntamiento. ¿Y por qué? ¿ Por qué tenemos que meter a la administración en un acuerdo que debería ser entre el propietario de la parcela y las asociaciones de agricultores no profesionales? ¿Por qué quieren hacer pasar a las asociaciones por burocracias y concursos públicos? No es que vayan a presentarse a un concurso para edificar un barrio entero, ¡sólo son personas que quieren seguir tranquilos cultivando sus hortalizas y frutas!
La única parte positiva de este despropósito ha sido la redacción de un plan de transitoriedad que da un poco de esperanza a todas estas personas que debiendo ponerse al día respecto a las ordenanzas urbanísticas podrán quedarse en sus huertos, de momento y hasta que el ayuntamiento vuelva a intentar expulsar a los no profesionales.
Por todo esto mi voto sigue siendo negativo.
Y ya como último apunte que quiero separar del debate importante quiero comentar aquí en pleno que me parece vamos a dejarlo en jocoso, que un partido hermano de Colau quiera presentar a los pequeños agricultores no profesionales como competencia desleal por vender 4 tomates y lechugas a sus vecinos pero en Barcelona calla ante el aluvión de manteros sin que ahí vean competencia desleal alguna a los comercios de la zona e incluso sean sus más feroces protectores.
Mi voto es negativo.
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