
Este pacto ha dejado a la ciudadanía perpleja, ya que estamos hablando de dos partidos totalmente antagónicos en su ideario. ICV actualmente está llevando a cabo una campaña de duras críticas al gobierno de CiU en el Parlament de Catalunya en base de los recortes sanitarios y por la polémica carga policial contra los acampados de Plaza Catalunya en Barcelona. Así que no deja de ser extraño que las direcciones de ambas organizaciones hayan permitido este acuerdo.
Desde que se hiciera público el acuerdo, las direcciones locales de ambas formaciones no han dejado de justificarse alegando que es un pacto en clave local dejando a un lado los idearios de los partidos. Pero es que han estado 8 años totalmente enemistados por todos los temas locales surgidos. ICV ha hecho una oposición dura y sin cuartel al gobierno de PSC y CiU, por lo que no deja de ser extraño que ahora haya decidido aliarse con el partido que ha sido objeto de tantas críticas y ataques por su parte. Y CiU durante la campaña indicó que su intención era seguir gobernando junto a PSC, pero cuando ha visto que entre los dos no sumaban 11 concejales para conseguir la mayoría absoluta no ha vacilado en pactar con aquellos que han atacado continuamente su gestión, dando la impresión que tanto da ocho que ochenta y que con tal de mantenerse en el poder pacta con cualquiera.
Han anunciado que para los grandes proyectos de ciudad como son el PGM, la financiación para el soterrament, los planes urbanísticos… se acudirá a órganos externos e imparciales para evitar conflictos dentro del equipo de gobierno. Y el resto de posibles diferencias ya verán cómo las solventan. No parece un futuro muy halagüeño para la ciudad ya que pretenden aparcar a un lado todos los temas importantes para evitar conflictos entre los dos partidos y así seguir gobernando juntos. Es un equipo de gobierno extraño, en el que las desavenencias serán constantes, en las que las soluciones distarán de contentar a todos y aunque la finalidad de este acuerdo era dar una solidez al gobierno de nuestra ciudad, parece que ha conseguido todo lo contrario y los santfeliuencs tienen serias dudas de la estabilidad de nuestro futuro Ayuntamiento. Es una lástima que ante los intereses de nuestra ciudad hayan primado los intereses particulares de unos representantes que han olvidado sus ideas políticas y sus programas electorales con los que pidieron el voto.
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