El soterramiento que Sant Feliu conquistó… y que acabó en los bolsillos de otros


Durante décadas, Sant Feliu de Llobregat ha sido una ciudad dividida por las vías del tren. No metafóricamente: físicamente. La línea ferroviaria que atraviesa el corazón del municipio ha sido un obstáculo diario para la movilidad, una trampa mortal para peatones y una herida abierta entre barrios. La lucha por soterrar esas vías no es nueva: empezó en los años 80, se intensificó en los 90, y no se detuvo nunca. No faltaron las manifestaciones ciudadanas exigiendo lo obvio: seguridad, unidad y dignidad para la capital del Baix Llobregat.

Finalmente, en 2017, el Gobierno del Partido Popular aprobó el ansiado proyecto de soterramiento del ferrocarril en Sant Feliu, con una inversión prevista de más de 50 millones de euros. Por fin, una reivindicación histórica se convertía en realidad.

Pero lo que debía ser una victoria vecinal se ha visto salpicado por la mayor vergüenza institucional: una presunta trama de corrupción que usó esta obra pública como vehículo para llenar bolsillos privados.

La cronología de la corrupción (según la UCO)

Abril de 2019Comienzan los movimientos
El 22 de abril, se graba una conversación entre Koldo García Izaguirre (asesor de Ábalos) y Santos Cerdán (PSOE) donde se alude por primera vez a la adjudicación de Sant Feliu:

“¿Está claro lo que queríais, lo de arriba de Tarragona?”
“Llobregat”, responde Santos
Ese mismo día, se publica la licitación oficial de la obra:
Expediente 3.19/06110.0016 – “Obras de ejecución del proyecto de integración del ferrocarril en Sant Feliu de Llobregat”, con un presupuesto inicial de 51.760.263,99 €

Mayo de 2019 Información filtrada
El 30 de mayo, la presidenta de ADIF, Isabel Pardo de Vera, informa a Koldo por WhatsApp de cómo han quedado las ofertas económicas:

“Te paso ya lo de Sant Feliu: Acciona ha quedado 11ª en oferta económica… pero primera en técnica”
Gracias a esa puntuación técnica inflada —39,24 sobre 40—, Acciona, aunque hizo una mala oferta económica, ganó la adjudicación. La UCO señala que la clave fue manipular los informes subjetivos de valoración

2020–2021Se cierra la adjudicación
ADIF otorga oficialmente el contrato a Acciona Construcción SA. El importe final sube hasta los 62.026.420,15 €.

En este periodo, el ministro Ábalos y su entorno (Koldo y Santos) consolidan su red de comisiones vinculadas a diversas adjudicaciones, según las pruebas documentales.

Febrero de 2022 Reclaman el dinero
En una conversación grabada entre Koldo y Santos, Koldo menciona directamente que aún están pendientes de cobrar por la obra de Sant Feliu:

“Primero tiene que ser lo de Logroño y después lo de Barcelona” (refiriéndose a Sant Feliu)
“¿Y lo de Barcelona?”, insiste

Se detalla que por las tres adjudicaciones clave (Logroño, Sevilla y Sant Feliu), faltaban por pagar 450.000 € en comisiones.

2024–2025La investigación lo destapa
La Guardia Civil, tras intervenir teléfonos y registros, elabora un informe que documenta:

  • Grabaciones de 8 audios.
  • Chats filtrados.
  • Declaraciones de empresarios implicados.
  • Y el papel de Santos como “gestor” del dinero de las comisiones que habrían sido cobradas por Ábalos y Koldo.

¿Quién se beneficia? ¿Quién pierde?
No es sólo que se desviaran fondos. Es que se utilizó una conquista ciudadana como moneda de cambio para el beneficio personal de una trama política. Una obra que debía cerrar una herida urbana, acabó abriendo una herida democrática.

Los vecinos de Sant Feliu no sólo hemos puesto las pancartas: hemos pagado con nuestra paciencia, con nuestra seguridad y con nuestros impuestos. Y otros llegaron a posteriori, sin haber pisado jamás la ciudad, para usarnos como excusa para robar.

Mientras el Partido Popular aprobó el proyecto en 2017 —tras décadas de espera—, han sido otros, con el sello del PSOE, quienes han querido convertir ese esfuerzo en una caja registradora privada.

Que no nos roben la memoria
La ciudad que luchó por el soterramiento debe ahora luchar también por la verdad. Que se sepa lo que pasó, quién lo permitió, quién lo tapó y quién lo cobró. Porque Sant Feliu no es una mordida presupuestaria ni una línea en un Excel ministerial. Es una ciudad que no olvida, y que no se dejará robar ni la dignidad ni el futuro.


Posted

in

by

Tags:

Comments

Deja un comentario